Desde su experiencia, ¿Cuál es su opinión del proceso en general?

“Éste ha sido un proceso interesante”, comenta el profesional. Y está conforme con su desarrollo. “En procesos como éste se generan limitaciones a la fluidez de la participación ciudadana como por ejemplo, que puedan existir diferencias entre lo que quiere la gente que vive en esos territorios con lo que realmente pueda ocurrir. En ese contexto ha sido valioso desarrollar esta actividad con esa dificultad y que la gente igual participe, reconociendo abiertamente las limitaciones que tiene el proceso en general. La señal de transparencia siempre ha estado, a pesar de que a veces se generen dudas”. 

¿Cuáles serían sus expectativas como profesional para el final del proyecto? 

Finalizar este proyecto en donde los beneficios se basen de forma razonable en los intereses locales y no en las motivaciones de ciertos grupos por sobre otros. Y que ese acuerdo sea considerado por las autoridades que toman las decisiones finales. Sería interesante que las personas que viven acá, los distintos gremios y organizaciones tengan su espacio. 

Nuestro aporte sería que la gente se mantenga participando, que mantenga una posición colaborativa, que entienda que hay que cohabitar y coexistir. Que tengan un rol activo y generen un impacto. 

Usted cuenta con larga experiencia en medioambiente incorporando el factor humano a su trabajo, ¿Cómo se ve reflejado ese aspecto en el proyecto? 

Las técnicas que se usan para incorporar a las personas cumplen un rol, conocer a las personas con que vas a trabajar. Es un elemento importante, hay que conocer cuáles son los conflictos existentes y potenciales, entender cómo se hicieron estos procesos previamente, qué se hace para minimizar el conflicto que generan las desconfianzas en las instituciones y en ciertos actores específicos, dependiendo del caso. 

Es relevante entender cómo evitar que los roces limiten el flujo de trabajo. Un buen desarrollo del proyecto pasa por conocer a las comunidades que habitan acá, y que puedan trabajar de una manera más eficiente. 

Y hasta ahora, ¿Cómo cree que se ha desarrollado el proyecto? 

Creo que se ha ido avanzando, se ha consolidado una relación entre todos los actores, incluido el Gobierno Regional y otras distintas partes involucradas. Ha sido todo un proceso de aprendizaje, de ver lo que funciona y lo que no. Aunque no hemos llegado a la parte más compleja, esto no es un proceso imposible de resolver y si bien estamos hablando de algo muy importante donde hay muchos intereses y regulaciones, tenemos que seguir trabajando de forma sistemática para obtener los objetivos que se han acordado. No es fácil desplegar este tipo de procesos, pero sus positivos resultados incluso podrían alimentar lo que ocurra en otras regiones y sus propios desafíos en la zona costera.